“Yo
sueño que estoy aquí
de
estas prisiones cargado,
y
soñé que en otro estado
más
lisonjero me vi.
¿Qué
es la vida?
Un
frenesí.
¿Qué
es la vida?
Una
ficción, una sombra, una ilusión,
y
el mayor bien es pequeño;
que
toda la vida es sueño,
y
los sueños, sueños son.”
“La
vida es sueño” (Pedro Calderón de la Barca)
Por un pequeño resquicio,
a veces el futuro intento vislumbrar.
A veces veo un sueño,
un sueño que deviene en obsesión y que, a la postre, transforma el sueño de una
vida en una vida que no es vida, sino triste y angustiosa pesadilla.
A veces veo un
sueño en círculo vicioso girando con una perdida ilusión, círculo que sólo quiebra
cuando para siempre desaparece el sueño y queda sólo la desilusión.
A veces veo un
sueño falso, irreal, … confortable, en el que a menudo me acomodo con la esperanza
de no enfrentarme cara a cara con la desesperación.
A veces veo un
sueño blanco, vacío, sin detalles …
Me canso de mirar.
Sueños, Ilusiones,
Fantasías … Espejismos.
¿Es esto la vida?
¿Una sucesión de
tristes engaños a nosotros mismos?
Sueño con inexorables futuros,
quemando en el tiempo la vida.
Sueño con inalcanzables cimas,
dejando en la escalada la piel.
Tengo por horizonte un destino
que, quizá, no me corresponde tener.
He de buscar el camino
que, al jardín en el bosque, me permita
volver.
Echaré de nuevo a andar,
día tras día, hasta donde pueda llegar.
Y no convertiré el jardín en quimera,
sino en posibilidad.
E intentaré … no soñar.
No sembraré.
No soñaré semillas en yermo erial.
Sólo, lo que me ofrezca el camino, he de
coger.
(Perdón por el desánimo,
pero salvar un pequeño bache requiere reflexionar. Las palabras ayudan, las palabras
escritas ayudan más).